
Es de vital importancia saber diferenciar estas tres situaciones.
Según sea la actitud del caballo, este nos estará diciendo una cosa u otra, y como consecuencia deberemos actuar debidamente.
No sera lo mismo que el caballo no pueda realizar algo porque le es imposible, que no entienda nuestra orden o que por el contrario no quiera hacerlo porque no le apetezca.
"No puedo": Esta situación se dará cuando estemos mandándole hacer algo que no puede realizar.
El no poder hacerlo puede ser básicamente por dos motivos: porque no sepa hacerlo o porque le sea físicamente imposible.
Si el caballo no sabe realizar lo que se le pide, este no puede hacerlo. Por mucho que la ayuda esté bien dada, él nunca lo ha aprendido y como consecuencia le sera muy difícil hacerlo. Esto le causará estrés y frustración.
Algo que nunca se ha aprendido es casi imposible hacerlo correctamente, es un esfuerzo demasiado grande y esto le desborda.
Por otro lado hay caballos con limitaciones y dolores en ciertas partes de su anatomía. Esto es algo muy importante a tener en cuenta, y siempre debemos estar atentos a posibles dolencias y problemas de salud.
Si un caballo siente dolor en alguna parte de su cuerpo, hará lo posible para evitar ese dolor. Por lo que si le pedimos algún ejercicio en el que este implicada esa parte, él se negara a realizarlo. Pero su negativa no sera porque realmente no quiera si no porque ese dolor le impide realizar ese ejercicio en concreto.
No son máquinas, son animales. Y como tales padecen dolores, agujetas y lesiones. Por todo esto habrá que ser muy observador y a la mínima sospecha de una posible lesión deberemos consultar a nuestro veterinario.
El miedo también generara una situación de "No puedo". El caballo se bloquea y dejará de colaborar como es debido. Su atención se centrará en ese algo que le acobarda y asusta. Y aunque se intente, la situación le supera y como consecuencia es incapaz de actuar correctamente.
Es muy importante insensibilizar a los caballos a estímulos externos. Y hacerle ver que no tienen porque tener miedo a cosas que realmente son inofensivas. Para esto deberemos pensar como un caballo y saber predecir que le produce miedo y someterle gradualmente a ese estímulo hasta que él vea que no pasa nada.

Esto no se consigue de la noche a la mañana, y serán necesarias muchas sesiones y situaciones distintas para que realmente se le quiten todos esos miedos que a nuestra percepción son tonterías.
"No entiendo": Cuando se le manda hacer algo, hay que saber como hacerlo adecuadamente. Si no el pobre animal no entenderá lo que se le esta pidiendo y no sabrá que es lo que tiene que hacer.
Las ayudas deben ser claras y precisas, y no valen de nada si son dudosas e incoherentes.
El caballo tiene una gran capacidad de memoria, pero no es adivino. Por lo que por mucho que sepa hacer el ejercicio, si la persona no sabe como mandárselo adecuadamente, él no sabrá lo que tiene que hacer.
El hecho de no entender lo que se le está pidiendo le produce una angustia innecesaria. Ya que él intenta poner todo de su parte, pero el resultado es desfavorable y como consecuencia se le estará presionando más de la cuenta, debido a que la comunicación es incorrecta.
Esto solo lleva a un círculo vicioso en el que la única meta es el error y la frustración por parte de los dos....jinete y caballo.
"No quiero": Por último tenemos el "No quiero". Aquí el problema es una falta de liderazgo bien clara. El caballo se niega a colaborar por voluntad propia y hace caso omiso a lo que se le esta pidiendo.
Si la persona no sabe demostrarle al caballo que es digna de ser el líder, este no confiará en ella y como consecuencia hará caso omiso a lo que se le solicite.
Un líder debe serlo siempre, y no vale dejar de serlo un día por falta de ganas...... Si esto ocurre el caballo habrá quedado por encima nuestro y dejara de mostrar confianza y respeto hacia nosotros.
Ellos siempre están tentándonos y probándonos así que no hay que bajar la guardia o dejaran de vernos como líder y su confianza se vera mermada.
Creo que estas tres situaciones son básicamente las tres que se pueden dar ante una situación en al que le pedimos algo y no obtenemos el resultado esperado.
De saber diferenciarlas dependerán nuestros resultados. Y no olvidemos que es muy importante no llegar al punto de saturación del caballo, ya que entonces habremos cruzado la línea que no queremos cruzar.
Según sea la actitud del caballo, este nos estará diciendo una cosa u otra, y como consecuencia deberemos actuar debidamente.
No sera lo mismo que el caballo no pueda realizar algo porque le es imposible, que no entienda nuestra orden o que por el contrario no quiera hacerlo porque no le apetezca.
"No puedo": Esta situación se dará cuando estemos mandándole hacer algo que no puede realizar.
El no poder hacerlo puede ser básicamente por dos motivos: porque no sepa hacerlo o porque le sea físicamente imposible.
Si el caballo no sabe realizar lo que se le pide, este no puede hacerlo. Por mucho que la ayuda esté bien dada, él nunca lo ha aprendido y como consecuencia le sera muy difícil hacerlo. Esto le causará estrés y frustración.
Algo que nunca se ha aprendido es casi imposible hacerlo correctamente, es un esfuerzo demasiado grande y esto le desborda.
Por otro lado hay caballos con limitaciones y dolores en ciertas partes de su anatomía. Esto es algo muy importante a tener en cuenta, y siempre debemos estar atentos a posibles dolencias y problemas de salud.
Si un caballo siente dolor en alguna parte de su cuerpo, hará lo posible para evitar ese dolor. Por lo que si le pedimos algún ejercicio en el que este implicada esa parte, él se negara a realizarlo. Pero su negativa no sera porque realmente no quiera si no porque ese dolor le impide realizar ese ejercicio en concreto.
No son máquinas, son animales. Y como tales padecen dolores, agujetas y lesiones. Por todo esto habrá que ser muy observador y a la mínima sospecha de una posible lesión deberemos consultar a nuestro veterinario.
El miedo también generara una situación de "No puedo". El caballo se bloquea y dejará de colaborar como es debido. Su atención se centrará en ese algo que le acobarda y asusta. Y aunque se intente, la situación le supera y como consecuencia es incapaz de actuar correctamente.
Es muy importante insensibilizar a los caballos a estímulos externos. Y hacerle ver que no tienen porque tener miedo a cosas que realmente son inofensivas. Para esto deberemos pensar como un caballo y saber predecir que le produce miedo y someterle gradualmente a ese estímulo hasta que él vea que no pasa nada.

Esto no se consigue de la noche a la mañana, y serán necesarias muchas sesiones y situaciones distintas para que realmente se le quiten todos esos miedos que a nuestra percepción son tonterías.
"No entiendo": Cuando se le manda hacer algo, hay que saber como hacerlo adecuadamente. Si no el pobre animal no entenderá lo que se le esta pidiendo y no sabrá que es lo que tiene que hacer.
Las ayudas deben ser claras y precisas, y no valen de nada si son dudosas e incoherentes.
El caballo tiene una gran capacidad de memoria, pero no es adivino. Por lo que por mucho que sepa hacer el ejercicio, si la persona no sabe como mandárselo adecuadamente, él no sabrá lo que tiene que hacer.
El hecho de no entender lo que se le está pidiendo le produce una angustia innecesaria. Ya que él intenta poner todo de su parte, pero el resultado es desfavorable y como consecuencia se le estará presionando más de la cuenta, debido a que la comunicación es incorrecta.
Esto solo lleva a un círculo vicioso en el que la única meta es el error y la frustración por parte de los dos....jinete y caballo.
"No quiero": Por último tenemos el "No quiero". Aquí el problema es una falta de liderazgo bien clara. El caballo se niega a colaborar por voluntad propia y hace caso omiso a lo que se le esta pidiendo.
Si la persona no sabe demostrarle al caballo que es digna de ser el líder, este no confiará en ella y como consecuencia hará caso omiso a lo que se le solicite.
Un líder debe serlo siempre, y no vale dejar de serlo un día por falta de ganas...... Si esto ocurre el caballo habrá quedado por encima nuestro y dejara de mostrar confianza y respeto hacia nosotros.
Ellos siempre están tentándonos y probándonos así que no hay que bajar la guardia o dejaran de vernos como líder y su confianza se vera mermada.
Creo que estas tres situaciones son básicamente las tres que se pueden dar ante una situación en al que le pedimos algo y no obtenemos el resultado esperado.
De saber diferenciarlas dependerán nuestros resultados. Y no olvidemos que es muy importante no llegar al punto de saturación del caballo, ya que entonces habremos cruzado la línea que no queremos cruzar.
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